Un paseo obligado de las familias ibarreñas, en la segunda mitad del siglo XX, era ir a la laguna de Yahuarcocha, especialmente en la época de guabas. También existían canoas para navegar en sus entonces límpidas aguas. A veces, la tragedia también se instalaba en este espacio, como la ocasión que unos seminaristas perecieron. De allí se entiende esta parte del poema a la laguna de Carlos Suárez Veintimilla, testigo de primera línea: “Las totoras que saben / de ahogadas historias / y de leyendas naufragas...”
Esta fotografía de cacería de patos, como era usual en la época, pertenece a la exposición Ibarra: a inicios del siglo XX, del historiador y fotógrafo Juan Carlos Morales Mejía, que se exhibe en los corredores del museo del Ministerio de Cultura, calles Sucre y Oviedo.
La imagen pertenece al fondo Rosales-Durán, prestigiosa y filantrópica familia ibarreña, con ancestros como Rosalía Rosales Félix, quien donó los terrenos para los lasallanos, o Rafael Rosales Félix, liberal y destacado ibarreño propulsor de la modernidad. Su nieta, Diana María Ávila Rosales comparte generosamente el álbum familiar de sus ancestros navegando en la laguna.
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