Más allá de la
nomenclatura, las vías de una ciudad tienen múltiples historias. Basta leer el
prólogo del libro de Ítalo Calvino, para comprobar esa realidad: “En Las
ciudades invisibles no se encuentran ciudades reconocibles. Son todas
inventadas; he dado a cada una un nombre de mujer; el libro consta de capítulos
breves, cada uno de los cuales debería servir de punto de partida de una
reflexión válida para cualquier ciudad o para la ciudad en general”.
Una de las urbes más
portentosas, reseñada en el texto, aparece: “Partiendo de allá y caminando tres
jornadas hacia levante, el hombre se encuentra en Diomira, ciudad con sesenta
cúpulas de plata, estatuas en bronce de todos los dioses, calles pavimentadas
de estaño, un teatro de cristal, un gallo de oro, que canta todas las mañanas
sobre una torre”.
Así, en cada calle los
pasos de los siglos juegan jugarretas. En la capital del país, aún los
personajes de otros siglos se confunden con el presente y también tiene un
gallo en una iglesia. Aquí, una evocación de la calle Espejo, parte del libro
Quito: las calles de su historia, editado por Trama, de quien suscribe:
“Eugenio de Santa Cruz
y Espejo caminaba por esta senda, meditando sobre las ideas independentistas,
con influjo de la Ilustración. Venía visitando enfermos del Hospital de la
Misericordia de Nuestro Señor Jesucristo, donde investigó la viruela para
combatirla o los beneficios de la quinina, mientras algunos le increpaban su
ascendencia indígena de Cajamarca o el recuerdo de su madre, una mulata
quiteña. Su apodo era Chusig que en quichua significa búho. Espejo iluminó a
los próceres de la Real Audiencia con el periódico Primicias de la Cultura de
Quito.
Cuando el doctor
Espejo, de veinte años, pasaba por esta senda aún se llamaba calle del Chorro.
Poco después de escribir su libro “La ciencia blancardina” se llamó calle del
Cuartel. Fue una ironía porque allí fue encerrado el patriota más inminente del
siglo XVIII. Murió a los 48 años poco después de ser liberado. El primer
periodista del futuro Ecuador había encendido con sus palabras la antorcha de
la Libertad”. (O)
https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/columnistas/15/calle-espejo-quito
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