lunes, 30 de noviembre de 2015

XI Festival de Leyendas de Ecuador

Imagínese a varios grupos de jóvenes preguntando a los abuelos sobre la leyenda de Cantuña, aquel indiano, como se decía entonces, que entregó su alma al diablo para construir el atrio de San Francisco. Imagínese, después, esos colegiales -junto con entusiastas educadores- realizando el guión y buscando los trajes que mejor correspondan a la dama tapada o a la canoa fantasma, un mito que aún cuentan en las riberas de los ríos de Esmeraldas. Y, durante días, cámara en mano y muchas risas y preocupaciones, la filmación de las otras historias de este país mágico.

Con todo el material, y los apuros de último momento, listos para el XI Festival Ecuador Tierra de Leyendas que organiza el Pensionado Universitario, de Quito, con la participación entusiastas de sus autoridades. Y para estar con los idiomas de estos tiempos, todo el trabajo en inglés (porque no hay que temer a las fronteras).

Esto es precisamente lo que acaba de ocurrir el pasado miércoles en un evento de una institución privada que -en otros ámbitos, que van desde la gastronomía a las vestimentas, de la música a la danza- debería ser parte de maneras efectivas de entender la educación. No creo que los jóvenes que este año realizaron el video de la Casa 1028 se olviden -por medio de esta puesta en escena- del valor del Centro Histórico de Quito.

Porque precisamente de eso se trata la mitología, voces de voces, que ha sido largamente tratada como superchería, como cuento de abuelas, en un mundo donde la historia oficial han sido las batallas y el poder, desde la época de Tucídides, el historiador militar de hace 2.400 años. Hay que decirlo: esa ha sido siempre nuestra historia, desde que Heródoto fue dejado a un lado.

Habría que esperar que llegaran otras ciencias -como la etnología- para que estas sabidurías guardadas de manera oral salieran a mostrar sus maravillas. Para Lévy-Strauss los mitos son una expresión de una lógica impecable, propia de una forma de pensar distinta al racionalismo moderno, presente en culturas que tienen una lógica distinta a la lógica formal.

¿Por qué es importante la mitología? Porque responde las preguntas básicas de una comunidad: origen, existencia y destino, dice Manuel Espinosa Apolo. Citando a Malinowski, señala que los mitos permiten expresar y realzar las creencias, y salvaguardar los preceptos de orden moral; gracias a ello la tradición adquiere mayor valor y prestigio, hasta lograr su fortaleza. Además de que permiten un acceso hacia lo eterno.

En nuestro país, cada cultura tiene una variedad increíble de saberes. Lamentablemente, a diferencia de los libros, cada ocasión que un abuelo muere es como extinguirse una biblioteca. Cuidar el patrimonio inmaterial no es únicamente tarea de estudiosos, sino también de los jóvenes ecuatorianos y de políticas coherentes de un Estado que asuma un compromiso con la otra historia, lejos de las ofrendas florales, estatuas, charreteras y trajes recién salidos de la tintorería, como decía Eduardo Galeano.

¿Cuándo será la hora de que las brujas voladoras del triángulo de Mira-Pimampiro-Urcuquí también tengan una película?


1 comentario:

  1. Ya les llegó la hora a las Voladoras...empezó a cocinarse el caldero de imágenes :)

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