Lo mejor
que le puede pasar a un equipo -como a San Lorenzo de Almagro- es que el mejor
hincha sea el mismísimo Papa. Sí, Francisco alienta a su equipo, por lo que el
club –el ‘Ciclón’, como lo llaman al ‘azulgrana’- le envió una camiseta que
dice: “Papa Francisco. Rezamos por vos, rezá por nosotros”.
Todos
creíamos que a los papas no les gustaba el fútbol, aunque el nuevo santo
‘súbito’ Karol Wojtyla jugaba como delantero, pero acabó siendo portero en un
equipo local de Wadowice. Debe ser por eso que Juan Pablo II atajó tanto al
comunismo.
A
propósito de religión y fútbol, calza perfecto un microcuento de Jairo Aníbal
Niño: “Dicen que cuando san Francisco -en su humildad y en su sabiduría-
inventó la pelota de trapo, la chutó con toda la fuerza de su pie, y la bola
entonces fue una paloma negra y gorda que pasó de manera inatajable por el
extremo izquierdo del arco iris. Dios, conmovido con la exaltada alegría de su
siervo, decidió que algún día crearía el fútbol”.
Esto
debió saber nuestro cura Juan Manuel Basurco, el de los ‘botines benditos’,
cuando jugaba en Barcelona, y, con los años, fue titular de una cátedra de
filosofía. “Como parte de las misiones diocesanas fui destinado a Ecuador, a
los 26 años”, contaba Basurco, a los 69 años, retirado de todo. “Por despuntar
el gusto comencé a jugar en la parroquia, en San Camilo. Hacía goles, sí.
Muchos, pero al principio me dejaban chutar por ser el cura, hasta que se
dieron cuenta de que seguía haciendo goles también cuando me marcaban”. Al
final, el sacerdote dejó la Iglesia, se casó, tuvo dos hijos y se jubiló en la
docencia.
Es una de
las historias que trae el fútbol, ahora que estamos a punto de entrar en la
Copa del Mundo en Brasil, a propósito bajo el signo del Cristo Redentor, de Río
de Janeiro. Esa tierra del ‘Rey Pelé’, a quien Horacio Ferrer hizo un poema:
“A Edson Arantes do Nascimiento
Pelé
le hicieron pobre en la cuna
con un grano de café bajo la luna…”.
“A Edson Arantes do Nascimiento
Pelé
le hicieron pobre en la cuna
con un grano de café bajo la luna…”.
Ya que estamos en tema religioso
y sin ofensa transcribo el Padrenuestro a la bendita pelota:
“Fútbol nuestro que estás en la cancha,
santificado sea tu cuero.
Vengas a nosotros justo al pecho.
Hágase tu voluntad en penales como en tiros libres.
Danos hoy nuestro pase de cada día.
Perdona nuestros puntazos,
como también nosotros perdonamos a quienes
te tiran sobre el travesaño.
No nos dejes caer en la tentación
de mandarte a la tribuna,
y líbranos del mal fútbol… ¡Amén!”.
Para terminar, debo comentar que Maradona tiene su propia iglesia y feligreses, pero esa es otra historia de la ‘Mano de Dios’.
“Fútbol nuestro que estás en la cancha,
santificado sea tu cuero.
Vengas a nosotros justo al pecho.
Hágase tu voluntad en penales como en tiros libres.
Danos hoy nuestro pase de cada día.
Perdona nuestros puntazos,
como también nosotros perdonamos a quienes
te tiran sobre el travesaño.
No nos dejes caer en la tentación
de mandarte a la tribuna,
y líbranos del mal fútbol… ¡Amén!”.
Para terminar, debo comentar que Maradona tiene su propia iglesia y feligreses, pero esa es otra historia de la ‘Mano de Dios’.
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