Las
respuestas en los memes y redes sociales -muchas racistas bajo el velo de la
ironía- ante la elección del nuevo alcalde de Quito, Jorge Yunda Machado,
muestran a un país con problemas atávicos. Porque no es solo Quito.
Tres
maneras básicas de exclusión aún están presentes: centro-periferia (chagras);
desde las clases sociales (populacho) y desde la etnicidad (indios o negros),
para usar términos peyorativos. Más allá de los análisis que nos hablan de que
una parte de Quito no conoce su propio sur está un hecho innegable: el país aún
no se reconoce y es acomplejado.
Yunda,
al igual que Paco Moncayo, es oriundo de Chimborazo, de Guano. Un meme revela
ese “blanqueamiento”: Rodas es canguil, mientras Yunda es chulpi. Los unos
añorarán los toros mientras los otros siguen al ecuavoley. Otro meme es
significativo: “Hechos los muy Spotify,
pero han sido pura radio Canela”. Y una verdad que revela el mensaje de un
guerrero adusto: “Rumiñahui viendo cómo los ‘arios’ le echan la culpa a los
‘longos’ del sur de Quito”. Algo que arrastramos desde la colonia y obligó a
Espejo a ponerse tantos nombres.
La
tesis de Manuel Espinosa Apolo, Mestizaje,
cholificación y blanqueamiento en Quito, primera mitad del siglo XX, de la
Universidad Andina dice. “No cabe duda de que los sectores dominantes de origen
aristocrático, los sectores medios y populares no indígenas de Quito,
percibieron la migración de indios y mestizos de origen rural y pueblerino como
un proceso de oposición étnico-cultural, en la medida que dicho proceso fue
percibido como un avance del indio y de su mundo rural e incivilizado a la urbe
quiteña. Para dichos actores se trataba de una especie de invasión
contaminante. La escala de valores prevaleciente en el espacio urbano colocó a
los inmigrantes en un nivel de inferioridad o atraso”.
El
indio y el provinciano parecen seguir como arquetipo negativo y los sureños amenazan
con voltear a la Virgen de El Panecillo. Mientras Quito y el país sigan con sus
máscaras, no tendremos futuro, simplemente porque no habrá espejo que aguante.
El tema de la identidad es tarea pendiente.
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