lunes, 6 de julio de 2015

Claves de la Batalla de Ibarra



Ibarra también tiene sus fiestas julianas. Se conmemora la gesta independentista del 17 de julio de 1823. Como siempre hay preguntas. A continuación algunas claves. ¿Por qué era importante la batalla de Ibarra? El Libertador Simón Bolívar en carta a Santander del 5 de julio escribe: “Estoy empleando hasta los muertos en la defensa de este Departamento. Yo pienso defender este país hasta con las uñas”.

En esas fechas el monarquista Canterac enfilaba sus tropas hacia Lima para recuperar el espacio perdido mientras en Maracaibo, Venezuela –como sucedió a los pocos días- también las tropas patriotas tuvieron que enfrentar a los realistas. Así que, al momento, existían dos frentes. Y por este motivo, Bolívar, en la única batalla que participó en Ecuador, dirigió personalmente a las tropas.

¿Qué pasaba si se perdía la batalla de Ibarra? Perder la plaza de Pasto –con el agravante de lo sucedido en Perú- significaba, como bien escribió Bolívar en una carta a Santander, que era preciso reconquistar el sur de Colombia, porque de lo contrario la guerra en América se iba a prolongar hasta el infinito, aun contra la voluntad de los españoles “porque ha de saber que los pastusos y Canterac son los demonios más demonios que han salido del infierno. Los primeros no tienen paz con nadie y son peores que los españoles y los españoles del Perú son peores que los pastusos”.

¿Por qué los habitantes de pasto defendían a la corona? La explicación posible es que más allá del tema político estaba el religioso. Los sacerdotes aliados a la Corona no querían perder sus privilegios y por este motivo desde el púlpito lanzaban sus proclamas.

¿Cómo era el sentir de las clases sociales de Pasto? ¿“Es que este pueblo pastuso era más realista que el Rey”?, se pregunta el historiador nariñense Sergio Elías Ortiz y aclara: “Creemos que la mente de la clase inferior estaba llena de prejuicios contra la que ella llamaba insurgentes, traidores, perjuros, entre otros, prejuicios sembrados en trece años de prédicas”. De allí que no es casual que levantaran el pendón de España, como refiere la Monografía de Ibarra, y proclamara: “La guerra santa contra los malvados usurpadores de los derechos del muy amado Fernando VII y enemigos jurados de la religión”. Acusan a los patriotas de enemigos de la Iglesia y de la humanidad.

¿Qué papel desempeñaron los ibarreños? Agustín Agualongo envió cartas a Otavalo porque, a su juicio, Ibarra había “claudicado totalmente su amor por la monarquía”, es decir se había plegado desde tiempo atrás a la causa de la Independencia y, entonces, el propósito de Agualongo era aislarla. De hecho, la mayoría de los imbabureños de ese entonces eran patriotas y, por este motivo, tenían bien informado a los ejércitos sobre los pasos que daba el enemigo.

El ejército de Agualongo no era regular, como sí lo era el de los patriotas, es decir con tácticas de guerra y disciplina. Además, el mismo Agualongo no tenía preparación militar adecuada, por eso la Batalla produjo 800 muertos pastusos frente a solo 13 patriotas.

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