Todos
los pueblos del mundo tienen sus cosmogonías para dar respuestas sobre sus
orígenes, ante los primeros tiempos del caos. Así, los griegos tenían el mítico
Olimpo, la morada de los dioses presidida por Zeus. Después con la llegada de
las religiones, el génesis se vinculó a su geografía. Por eso, las religiones
más importantes -judaísmo, cristianismo o
islamismo- conservan esa relación con su entorno: el desierto. Además,
Akenatón era el hijo del sol.
Para
el caso de los caranquis -señorío étnico que floreció del 1250 al 1500 de
nuestra era y constructor de 5.000 tolas en la actual provincia de Imbabura-
sus mitos hablan de las montañas porque la región está atravesada por dos
cordilleras, a diferencia de los incas que tenían como deidad al sol. Lo propio
ocurre en el centro del país con las deidades de la Mama Tungurahua y el Taita
Chimborazo. Los cerros son vistos como protectores y dadores de agua, de allí
que las lagunas (cochas), vertientes (pogyos), cascadas (pacchas), ríos (hatun
yacus), se conviertan también en elementos simbólicos.
Para
Marcelo Naranjo, los elementos naturales no son puro paisaje estático, sino
que, al igual que los humanos toman decisiones para bien o para mal. El cerro
Imbabura, entonces, está en la vida de la provincia con una presencia más que
física, es el Taita, es viejo sabio y respetable, a quien enojan los mortales
perezosos.
El
cerro Taita Imbabura tiene amores no exentos de peleas con su vecina, el volcán
Cotacachi; estos dos cerros funcionan como pareja en las terapias de los
curanderos locales, y en las invocaciones de que son objeto, señala Chantal
Caillavet.
Sofía
Buitrón, en su tesis sobre la geografía sagrada de Angochagua, refiere: “Los
cerros en estas sociedades fueron considerados como huacas sagradas; se le dice
cariñosamente Taita, son como el alma del cerro, por tanto, son huacas; además,
sabemos que practicaban muchas reverencias a las lagunas, por lo que ambos
elementos geográficos -cerros y lagos- son esenciales en la cosmogonía de los
habitantes de aquella parte de los Andes”
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