lunes, 30 de noviembre de 2015

Anécdotas del Hombre Dinamita

Un viejo diputado famoso por su oratoria fue el guayaquileño Vicente Leví Castillo. Llegó al Congreso de entonces como trampolín de su programa radial ‘El show de esta noche’, donde tenía por costumbre denunciar a los contribuyentes morosos. Un día de marzo de 1967, en una sesión y mientras el diputado lojano José Castillo Luzuriaga estaba a punto de revelar una lista de evasores de impuestos, Leví sacó una pistola y amenazó con disparar a su colega. Este no se amilanó, así que Leví disparó a los pies y, acto seguido, sacó sendos cartuchos de dinamita para -según él- hacer volar al Parlamento. Cundió el pánico. Días más tarde, con lágrimas en los ojos y supuestamente arrepentido, volvió a su curul.

Pero las lágrimas parecían de cocodrilo, porque al año siguiente cuando el ‘Profeta’ Velasco Ibarra se encontraba dirigiéndose a un mitin a Daule para buscar su quinto mandato, el Hombre Dinamita, es decir Leví, invitó a Velasco a compartir su auto, ante un desperfecto mecánico. Tras acomodarse inició con la perorata, porque Leví se creía el mayor experto en minas del país. Velasco escuchó con paciencia, pero sin decir nada. En este punto, Leví le hizo a Velasco una pregunta que no podía quedar sin respuesta:

-Si llega usted a la presidencia y yo me le presento en su despacho y le digo: Señor Presidente, vengo con cinco cartuchos de dinamita en mi cinturón y le pido que me nombre Director de Minas, y si usted no lo hace yo prendo las mechas y volamos… ¿Qué me diría?
-¡Volamos, señor!, fue la respuesta de Velasco.

Esta es una de las anécdotas que el lector puede encontrar en la obra Memorias de la Política, del historiador Javier Gomezjurado Zevallos. A veces, esta disciplina -como la filosofía- se vuelve un intrincado laberinto para eruditos que han olvidado su propósito. Para la primera, siguiendo a Heródoto, contar las maravillas y curiosidades del mundo, y en el otro acercar a los seres humanos a una pregunta básica: cómo ser felices. Sería Tucídides, el historiador militar, quien durante más de 2.400 años -y hasta hoy- que convertiría a esta ciencia casi en inaccesible.

De allí que se agradece a Gomezjurado optar por una línea casi de crónica -no exenta de la rigurosidad académica- para en pequeños esbozos dar cuenta de la realidad política de un país.

La Academia Nacional de Historia reseña Memorias de la Política, es un mosaico de crónicas, una recopilación de las situaciones más disímiles de la vida política de Ecuador, en las últimas décadas, incidentes que han ido construyendo la memoria colectiva. A veces, desde el poder se devela el talento, la sutileza, el ingenio, las virtudes y bondades de los protagonistas, pero también refleja las inconsistencias del ser humano, la viveza criolla, las falencias y desaciertos. Obviamente, como se dice, a veces el poder marea, para quienes buscan notoriedad.

El libro, de 230 páginas, tuvo el auspicio de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo de Esmeraldas. Gomezjurado es autor de Historias y anécdotas presidenciales y, hace pocos meses, de Desempolvando la historia. Todo este material debería estar en internet para no perder la memoria.


XI Festival de Leyendas de Ecuador

Imagínese a varios grupos de jóvenes preguntando a los abuelos sobre la leyenda de Cantuña, aquel indiano, como se decía entonces, que entregó su alma al diablo para construir el atrio de San Francisco. Imagínese, después, esos colegiales -junto con entusiastas educadores- realizando el guión y buscando los trajes que mejor correspondan a la dama tapada o a la canoa fantasma, un mito que aún cuentan en las riberas de los ríos de Esmeraldas. Y, durante días, cámara en mano y muchas risas y preocupaciones, la filmación de las otras historias de este país mágico.

Con todo el material, y los apuros de último momento, listos para el XI Festival Ecuador Tierra de Leyendas que organiza el Pensionado Universitario, de Quito, con la participación entusiastas de sus autoridades. Y para estar con los idiomas de estos tiempos, todo el trabajo en inglés (porque no hay que temer a las fronteras).

Esto es precisamente lo que acaba de ocurrir el pasado miércoles en un evento de una institución privada que -en otros ámbitos, que van desde la gastronomía a las vestimentas, de la música a la danza- debería ser parte de maneras efectivas de entender la educación. No creo que los jóvenes que este año realizaron el video de la Casa 1028 se olviden -por medio de esta puesta en escena- del valor del Centro Histórico de Quito.

Porque precisamente de eso se trata la mitología, voces de voces, que ha sido largamente tratada como superchería, como cuento de abuelas, en un mundo donde la historia oficial han sido las batallas y el poder, desde la época de Tucídides, el historiador militar de hace 2.400 años. Hay que decirlo: esa ha sido siempre nuestra historia, desde que Heródoto fue dejado a un lado.

Habría que esperar que llegaran otras ciencias -como la etnología- para que estas sabidurías guardadas de manera oral salieran a mostrar sus maravillas. Para Lévy-Strauss los mitos son una expresión de una lógica impecable, propia de una forma de pensar distinta al racionalismo moderno, presente en culturas que tienen una lógica distinta a la lógica formal.

¿Por qué es importante la mitología? Porque responde las preguntas básicas de una comunidad: origen, existencia y destino, dice Manuel Espinosa Apolo. Citando a Malinowski, señala que los mitos permiten expresar y realzar las creencias, y salvaguardar los preceptos de orden moral; gracias a ello la tradición adquiere mayor valor y prestigio, hasta lograr su fortaleza. Además de que permiten un acceso hacia lo eterno.

En nuestro país, cada cultura tiene una variedad increíble de saberes. Lamentablemente, a diferencia de los libros, cada ocasión que un abuelo muere es como extinguirse una biblioteca. Cuidar el patrimonio inmaterial no es únicamente tarea de estudiosos, sino también de los jóvenes ecuatorianos y de políticas coherentes de un Estado que asuma un compromiso con la otra historia, lejos de las ofrendas florales, estatuas, charreteras y trajes recién salidos de la tintorería, como decía Eduardo Galeano.

¿Cuándo será la hora de que las brujas voladoras del triángulo de Mira-Pimampiro-Urcuquí también tengan una película?


Animalanzas Capítulo 1, ilustrado

De todos los confines han llegado para la Asamblea Extraordinaria de los Animales donde se elegirá al nuevo rey. Como antes se designó al más fuerte, ahora le corresponde al más sabio. 

El zorro toma la palabra… Esta es la obra del escritor Juan Carlos Morales Mejía e ilustrado por Eulalia Cornejo. Aquí el primer capítulo de un relato vertiginoso donde cada uno de los animales –como si se tratara del mundo- tiene la oportunidad de presentar sus propuestas, aunque puedan ser descabelladas. En medio de adivinanzas de animales (de allí animalanzas), la demagogia, la sensatez, la arrogancia, la vanidad o la sabiduría, están presentes en esta literatura de fábula.

El libro, al momento, está en su base de búsqueda de nuevos caminos, por eso le sugerimos compartir esta primera entrega. Quién sabe, que el resto de los 10 capítulos salgan pronto a la luz.

Puede descargar el texto en Animalanzas Capítulo 1

Puede ver el video en: 

Animalanzas Capítulo 1


domingo, 22 de noviembre de 2015

Formas de la Delicia Pasajera - Carrera Andrade / Morales Mejía


En el blog se publicó, Musicalizan poesía de Carrera Andrade


Animalanzas Capítulo 1, video

Los animales se han reunido para designar al nuevo rey. Como antes fue el más fuerte ahora buscan al más sabio. Esta es la trama de Animalanzas, cuento del escritor Juan Carlos Morales Mejía, parte del proyecto Veo Veo, de Ecuador TV, Televisión Pública de Ecuador. Desarrollado por Motion Arts, cuenta con el auspicio del Ministerio de Inclusión Económico y Social. Este es el primer capítulo.

Animalanzas capítulo 1



lunes, 16 de noviembre de 2015

Carla Badillo Coronado, poeta

Son curiosas las maneras poscoloniales con que nos movemos aún en nuestra América: hay que esperar un premio internacional para que reconozcamos a nuestros poetas. Peor si aún son jóvenes, y más aún si son mujeres. Llenos de colecciones -que está bien que las haya- de nuestros escritores consagrados, tendemos a olvidar a la poesía contemporánea que precisamente nos cuenta en el lenguaje de nuestro tiempo las seis o siete metáforas que han regido al mundo.

Y este es el tema sustancial, porque no podemos únicamente leer el mundo desde el admirable cuento del Guaraguao de Joaquín Gallegos Lara, sino que también son importantes los signos del ahora. No podemos esperar aniversarios ni ofrendas florales.

Esto a propósito del galardón Creación Joven del Premio de Poesía Loewe que acaba de obtener Carla Badillo Coronado por su obra El color de la granada, donde el jurado destaca: “Es un libro de una gran madurez y concisión, que decanta temas eternos, pero con una gran frescura expresiva y originalidad para la edad de la autora”. Además, en estos días, acaba de recibir una mención en el Premio Nacional de Novela Breve La Linares con su texto Abierta sigue la noche, donde la triunfadora también fue la editora reciente de Cartón Piedra, Sandra Araya, por lo que habla muy bien de un espacio ganado por un medio público para despecho de quienes creen lo contrario.

Badillo, Quito, 1985, triunfadora del Premio Nacional de Poesía César Dávila Andrade en 2011, tiene un espíritu cosmopolita que no le ha impedido tender un puente con sus raíces, como su pertenencia a grupos de danza tradicionales. Viajera en búsqueda de su propia voz también fue parte del suplemento cultural de este diario Cartón Piedra, con un escrito memorable sobre el poeta vivo más importante del país como es Efraín Jara Idrovo, que levantó un canto de alabastro con ‘Sollozos por Pedro Jara’.

Una de las deudas pendientes que tiene el país con sus poetas es la falta de difusión de sus obras porque no basta imprimir los libros. Un ejemplo. La Universidad de Chile, hace ya muchos años, ha colocado en su sitio web la poesía de Vicente Huidobro. En este sentido, es hora de que, al menos, la Universidad de Cuenca difunda la portentosa obra de César Dávila Andrade o del mismo citado Idrovo y más aún de las nuevas voces.

Entonces, es imperativo que las nuevas voces de escritores ecuatorianos tengan un espacio más decidido desde las instancias correspondientes. Y, claro, no hay que tener temor al marketing ni que los jóvenes ecuatorianos -a través de una reestructuración curricular- puedan acceder a estos lenguajes que precisamente cuentan lo que somos, a inicios del siglo XXI.

Aquí la voz de esta escritora irreverente y lúcida en ‘Poema a un muerto sin tumba’: “Hubiese sido más romántico / que mueras atorado con mi lengua / o asfixiado, sofocado al interior de mi boca. / Así sabría dónde están tus restos. / Así me hubiese convertido al fin / en tu última morada”. Quienes aún no la conocen pueden visitar su blog:www.mujerentierrafirme.blogspot.com



lunes, 2 de noviembre de 2015

Fotografías obra El árbol, la montaña y tú

Fotografías de la obra, que volverá a escena en enero.


Algunas de las tomas y video, para promoción, fueron realizadas en Caranqui-cocha (Yahuarcocha), en Imbabura. 























Por favor revise información en:

El poeta y la luna / obra de danza


Obra El Poeta y La Luna