Ibarra, a inicios del siglo XX
(muestra fotográfica en gran
formato)
Juan Carlos Morales Mejía
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA
LUGAR: Parque Ciudad Blanca
(antiguo aeropuerto Atahualpa)
HORA: 19h00
DÍA: Viernes 19 de septiembre de
2014
Ibarra a inicios del siglo XX es una muestra
fotográfica –en cajas de luz y gran formato- que se inaugurará el próximo
viernes 19 de septiembre, en el parque Ciudad Blanca (antiguo aeropuerto). La
investigación, realizada por Juan Carlos Morales Mejía, miembro de la Academia
Nacional de Historia, pertenece a una de los momentos más interesantes de la
urbe porque estaba en plena reconstrucción, tras el sismo de 1868. Esta muestra
fotográfica está auspiciada por el Municipio de Ibarra, como parte de las
celebraciones por los 408 años de fundación de la ciudad. Contará, además, con
8000 postales, auspiciadas por Cónika y Editorial Pegasus, además del diseño de
Centauro Creativo.

A inicios del siglo XX, Ecuador vivió un momento
excepcional de su vida donde el país pretendía dejar un pasado de viejas
estructuras apostando a una modernidad y un cambio social que, al fin de
cuentas, desembocó nuevamente en un reacomodo de fuerzas a favor del no-futuro.
Pero Ibarra apostó por levantarse de las cenizas.

Es articulista del diario público El Telégrafo y
miembro del Comité Editorial de Ecuador TV y la Radio Pública de Ecuador.
PROYECTOS FOTOGRÁFICOS
PROYECTOS FOTOGRÁFICOS
Megapaís, libro y exposición antológica para el
Ministerio del Ambiente de Ecuador, en el tradicional barrio La Ronda, en
Quito.
Imbabura, libro de fotografías de la provincia de
Imbabura. 2013. Gobierno Provincial de Imbabura.
Imágenes de Ibarra, libro para el Consejo Nacional de
Cultura dentro de la serie Imágenes del siglo XX. Investigación del fotógrafo
Miguel Ángel Rosales. 2013
Fiesta del Solsticio, libro antológico de
investigaciones en torno a la Fiesta del Solsticio en Imbabura, 2013.
Nostalgia de luz, libro de fotografías nocturnas de
iglesias y sitios emblemáticos de las provincias de Carchi, Imbabura y norte de
Pichincha, Emelnorte, Editorial Pegasus. 2012.
Parte del libro Ecuador Fotografía del siglo XX,
Consejo Nacional de Cultura de Ecuador.

Después, llegarían las gestas libertarias, como la
Batalla de Ibarra, donde el Libertador, Simón Bolívar, se enfrentó a los
últimos reductos de las fuerzas realistas, en 1823. Sin embargo, la vida de la
urbe estaría marcada por la tragedia, cuando en 1868 un terremoto devastó la
capital de Imbabura, y varias de sus ciudades. En Ibarra murieron
aproximadamente 5.000 personas de una población de 7.000 (20.000 perecieron en
toda la provincia). La exposición muestra la época inmediata del terremoto,
hasta el primer cuarto de siglo, donde esta ciudad renacía de las cenizas.
LA ÉPOCA

Esa es la época de esta exposición Ibarra: a inicios
del siglo XX, donde un liberalismo en el Poder fue traicionado en sus orígenes
hasta devolver a la naciente burguesía el control de un país en ciernes, aliada
a estamentos que siguieron siendo caducos pero que campearon el temporal.
La transformación la inició la llamada Revolución
Liberal Ecuatoriana, tras un golpe de Estado, en 1895, liderada por Eloy
Alfaro, quien durante tres lustros gravitó la vida política hasta terminar
arrastrado y asesinado en la “hoguera bárbara”, donde sus antiguos aliados y las
fuerzas conservadores nuevamente incautaron el país.
Para el caso de Ibarra, los aires de modernidad
estuvieron en una tarea: reconstruir la devastada urbe, tras el violento
terremoto de 1868. Fue, de hecho, una refundación de la urbe donde se había
perdido no solamente su memoria escrita sino donde muchos de sus ciudadanos la
abandonaron para siempre.
LA RECONSTRUCCIÓN
Al mirar las fotografías de Ibarra, a inicios del
siglo XX, que incluye el primer cuarto de siglo, da la impresión de asistir a
la inauguración de una nueva urbe. Eso fue lo que sucedió: el violento
terremoto del 16 de agosto de 1868 trajo enormes desgracias a la zona norte de
Ecuador (solo en Imbabura murieron 20.000 personas), donde la ciudad fue
devastada.
Gabriel García Moreno desplegó su ingenio en la ayuda
de las víctimas y ya como Presidente del Ecuador, en 1872, solicitó la ayuda
del ingeniero Arturo Rogers, y 30 entusiastas ibarreños, para el diseño de la
nueva urbe. Éste, inspirado en el damero español, “propuso en el mismo sitio una ciudad con cuadras
exactas de 100 metros, calles espaciosas y construcciones bajas, de una sola
planta”. Se sabe, que fue desde la mítica
Esquina del Coco desde donde se realizó el trazado de la capital de Imbabura.

No es casual, entonces, que en el primer cuarto de
siglo, la ciudad aún muestra la devastación pero también los nuevos bríos.
Lamentablemente también su memoria visual quedó reducida a escombros y los
escasos periódicos –tal como sucede en nuestros días- estaban más preocupados
en el asunto político que en contar acerca de la vida cotidiana de la urbe. Hay
una explicación: la historiografía tradicional entiende más de héroes y de
batallas y menos de la historia de la gente que es, en definitiva, el sustento
de la construcción del imaginario de una ciudad posible.
LOS FONDOS FOTOGRÁFICOS
La muestra de Ibarra a inicios del siglo XX –como la
propia historia de la urbe tras el terremoto- tuvo que ser recogida a pedazos.
El primer fondo pertenece a un peluquero, Manuel España, que –tras largas
décadas de recopilación en su modesto cuarto- legó a su ciudad fotografías
inéditas, que reposan bajo la tutela del Archivo Municipal de Ibarra.
La segunda parte está en el fondo del Archivo Nacional
del Banco Central del Ecuador, de Quito, custodiado por Honorio Granja, donde
reposa la memoria visual del país. Una parte sustancial de esta muestra está en
el fondo Rosales-Durán, prestigiosa y filantrópica familia ibarreña, con
ancestros como Rosalía Rosales Félix, quien donó los terrenos para los
lasallanos, o Rafael Rosales Félix, liberal y destacado ibarreño y propulsor de
la modernidad, cuya nieta, Diana María Ávila Rosales gentilmente compartió el
precioso álbum de su familia.
excelente trabajo.
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